Toma un poco de magia, cartón, papel, material resistente al aire, algo ligero...
Tírate al vacío... ¡luego!
... Hey...
¿te das cuenta?
Te cuesta volar. Sí, te cuesta hacerlo.
Para volar necesitas ser ligero y vencer la fuerza de gravedad. Pero hay un peso... el peso de conciencia... el peso de haber herido inconscientemente. Ese peso que no te lo podrás sacar mientras tu inconsciente te dice que crees que con ese peso te harás más rudo, cuando en realidad sólo te deja atrás.
Ese peso incluye muchas vivencias que pasaste, muchas vivencias que te dejan un sabor amargo; el peso de la incertidumbre...
Lo que no sabes es diferenciar la verdad y la mentira, el amor de pareja y el amor de amigo...
Y ahora buscas pedir perdón al sentir que echaste a perder algo tan lindo...
y quien quiere de verdad perdona.
El amor de amigo puede ser verdadero. Sólo aprende a verlo con los ojos del alma. Los ojos que tienes en la cara son ojos literales porque no saben ver más allá de vez en cuando.
Respira hondo, cuenta hasta 10, duerme esta noche... sé que no estarás tranquilo hasta que te den el veredicto.
¿Adiós?
Date cuenta... ¿porqué no te das cuenta que no quieres volar solo?
Ahora sácate la resaca. Busca hacer lo que Ícaro no pudo.
Etiquetas: Cosas de la mente y el corazón